El asesinato de dos Guardabosques españoles impulsa la demanda de un servicio armado
La muerte por doble disparo, un duro recordatorio de los riesgos a los que se enfrentan aquellos que vigilan la caza, la pesca y protegen a las especies en peligro. 

Paco Morales conduce su vehículo todoterreno para hacer un alto en el camino hasta un tramo de carretera desierto situado en el corazón de España. En el cálido cielo de primavera, águilas y buitres vuelan buscando lo que será su menú de media mañana.
“Este señor parece un poco enfadado”, dice Morales asintiendo con la cabeza mientras miraba a dicho individuo que se encontraba de muy mal humor.
Más de tres décadas como guardabosques -o Agente medioambiental como son ahora conocidos – han enseñado al agente de 54 años de edad a captar rápidamente la intención de las personas que se encuentra diariamente en su trabajo y a distancia. Afortunadamente el señor al que se refería se encontraba de mal humor sólo porque su vecino le había robado unas cuantas piedras de su propiedad.
Durante el tiempo que vigila la amplia, principalmente rural y escasamente poblada región de Castilla-La Mancha, Morales se ha encontrado a menudo amenazado por aquellos que acostumbran a hacer excepciones a la normativa de protección del medio ambiente.
Cazadores ilegales (furtivos) le han advertido que sería mejor que llevase un arma la próxima vez que se cruzara con ellos. Incluso en una ocasión estuvo a punto de salirse de la carretera por culpa de un hombre que le persiguió a la salida de un restaurante donde había comido ese día.
No todos los 6.000 agentes españoles han sido tan afortunados. Hace tres meses que dos de ellos solicitaron a un cazador que les enseñara su licencia de armas. Respondió disparándoles a los dos a corta distancia causándoles la muerte.

Estos asesinatos han impulsado el tener más presente los riesgos a los que estos Agentes han de enfrentarse y han producido movimientos orientados a la demanda de que el servicio sea armado.
“Sabíamos que esto podía ocurrir algún día, pero nos sorprendió la forma en la que ocurrieron los hechos y la violencia de los mismos”, dijo Morales. “Sabes que si ya le ha ocurrido a alguien, puede ocurrirte a ti”.
Quizá el mayor problema, dice Morales, sea el desconocimiento del trabajo que hacemos. Mitad policía, mitad gestor del medio ambiente, los Agentes Medioambientales españoles se encargan de todo, desde la vigilancia de la caza y la pesca hasta los problemas de la contaminación, protección de las especies amenazadas y el combate de los incendios forestales. Precisamente el año pasado un agente murió combatiendo un incendio en las Islas Canarias.
Para hacer este trabajo, dice Morales, un agente debe ser un policía, un negociador, un diplomático, un psicólogo, un bombero, etc- “todo a la vez, como un malabarista”.
Paco Morales acepta los riesgos inherentes en su profesión, pero Morales y muchos de sus compañeros agentes quieren sentirse más protegidos. “No tiene sentido tenernos intentando hacer nuestro trabajo solicitando mostrar la preceptiva documentación a miles de personas armadas si no existe igualdad de condiciones. En el caso de encontrarme en una situación arriesgada que no puedo evitar me sentiría más seguro sabiendo que tengo la posibilidad de defenderme. En un contexto de dotación de material en cantidad y calidad adecuado, el 95% de las situaciones de riesgo se superarían sin lamentar daños a nuestra integridad. Pero si no dispones de buenas comunicaciones, un arma, chaleco antibalas, rápido apoyo de compañeros y formación adecuada en materias como habilidades de comunicación y resolución de conflictos (judo verbal), esta cifra cae al 50%, así de simple”.

Rubén Cabrero, Presidente de la Asociación Española de Agentes Forestales y Medioambientales (AEAFMA), dijo que los asesinatos en Cataluña han marcado “un antes y un después”.
Algunos agentes fueron asesinados en el pasado, algunos incluso por ETA. Hubo un caso infame de un agente asesinado por un sujeto sin identificar con una motosierra en 1991, pero la Asociación cree que los casos de violencia y agresiones están aumentando.
“En los últimos dos años el número de ataques se ha incrementado exponencialmente,” dijo Cabrero, “pueden ser pintadas de amenaza en las paredes de las casas de los agentes, neumáticos rajados de los coches oficiales o agresiones físicas. Un compañero casi fue apuñalado el año pasado”.
“Esto es lo que hemos estado advirtiendo durante ya mucho tiempo a las administraciones, esto que ha ocurrido podría volver a ocurrir, pero nadie nos ha prestado ninguna atención”
Algunos agentes en regiones como La Rioja y Cataluña trabajan armados con carabinas y armas cortas, pero la mayoría de los agentes españoles fue despojado de las mismas después de que se disolviese la Guardería Forestal del Estado, creada en 1.877. Tras la disolución, los Agentes pasaron a depender de las regiones autónomas tras la vuelta del país a la democracia.
El pasado Febrero, la Asociación española se reunió con el Ministro del Interior para reclamar que los Agentes Medioambientales estén autorizados a portar armas cortas y que el servicio que prestan esté reconocido a nivel nacional.
“Estamos encargados de proteger el medio ambiente, pero somos policías justamente igual que los que patrullan las calles de las ciudades”, dice Cabrero. “Tenemos los mismos problemas que un policía podría tener en el centro de Madrid”.
“De hecho, somos el colectivo que diariamente trata con el mayor número de personas armadas. La mayoría de la gente en la ciudad no va armada, pero en el medio rural muchas personas poseen armas.”

Cuando Morales comenzó su carrera hace más de 30 años, él tenía poco más que “una carabina y una moto para proteger los bienes comunes”. Hoy cuenta con un coche todoterreno oficial, un uniforme, un teléfono móvil y una emisora de radio. Incluso así ésta profesión sigue siendo una vocación solitaria.
Lo único que no ha cambiado en este tiempo es su motivación. “Puedes no tener el poder de resolver todos los problemas a nivel mundial, pero tienes la capacidad de proteger y conservar.
“Quizá hay una pareja de Águilas imperiales ibéricas que han logrado tener polluelos este año porque tú te has preocupado de ellas. Quizá le has dicho a algún agricultor que se mantenga alejado del nido. Por este motivo, quizá haya dos o tres más de estas águilas volando sobre nuestras cabezas y aumentando la población de esta especie. Se trata de hacer algo para ayudar a lo que amas.”

Enlace noticia original en The Guardian: https://www.theguardian.com/world/2017/apr/28/murder-of-spanish-wildlife-rangers-spurs-calls-for-armed-service 

Traducción aproximada del inglés al español