MUERTE DE ESPECIES SILVESTRES POR ELECTROCUCIÓN Y COLISIÓN EN CLM (La vía impunible- Costes de pérdida en biodiversidad)

-El valor de pérdida en biodiversidad a causa de las electrocuciones y colisiones con líneas eléctricas en nuestra región pueda elevarse a más de 2,5 millones de euros anuales.

 

El medio ambiente es un aspecto transversal a todo tipo de actividades. En ocasiones, la preocupación por el mismo se ha visto reflejada dentro de viejas normas sectoriales aún vigentes que, en principio,  poca relación tendrían con la conservación del medio natural y sus especies. Sin embargo, para el caso que nos ocupa, pareciera que el legislador no era consciente del posible total alcance de sus palabras cuando estas se plasmaron en normativas.

La legislación industrial y en concreto la del sector eléctrico, es buen ejemplo de lo mencionado. En el articulado de estas primeras normativas del sector hay directrices de protección y seguridad que, desde la perspectiva del momento en que se redactaron, tenían poca aplicabilidad real y efectiva para la protección de las especies silvestres.

 

Zonas de protección en CLM donde son obligatorias las medidas del Real Decreto 1432/2008.

El paso de los años ha traído nuevos intereses y perspectivas junto con la aparición de nuevos reglamentos en sectores que se interrelacionan, como son el industrial y el medioambiental en un sentido amplio y ya de manera más concreta, el sector eléctrico y las normas de protección para las especies silvestres.

Hace años ya que algunas comunidades autónomas, en un primer y concreto acercamiento legislativo y llevadas sin duda por un expreso interés en la conservación de las especies, tuvieron el atrevimiento de intentar regular las condiciones constructivas de aquellas instalaciones eléctricas que pudieran suponer un riesgo para la avifauna silvestre. Un hecho que para Castilla-la Mancha, y mediante Decreto del año 1999, fue un necesario y efectivo revulsivo para la recuperación de especies como el águila imperial ibérica (Aquila adalberti) en toda la región y en consecuencia en todo el territorio nacional aunque principalmente fuese de aplicación para modificaciones y nuevas instalaciones de líneas eléctricas.

 

Otras comunidades hicieron lo propio en sus respectivos territorios y tiempo después apareció el ya archifamoso Real Decreto 1432/2008; una herramienta legal con requerimientos técnicos que aunque no era mejor que aquel decreto manchego nueve años mayor, sí sería aplicable a todo el territorio nacional. Aunque nunca se sabe en qué piensan los legisladores, este acercamiento hacia la protección de la avifauna fue bienvenido por afectar a todo el país pero también tímido en tanto que no mejoraba lo presente en algunas comunidades autónomas. Lo que desde luego sí que fue es engañoso al pretender supeditar su “fuerza normativa” a la financiación pública. No parece que ni el interés social ni el de la protección de los bienes naturales estuviese detrás de la redacción de aquel reglamento.

La publicación de aquel real decreto sirvió para que en todas las comunidades autónomas, en unas con más premura y criterio que en otras y aunque fuese por imperativo normativo, se identificase la problemática y apareciese así una base sobre la que poder trabajar contra la problemática de la muerte de aves por electrocuciones y colisiones con líneas eléctricas. A todo lo anterior y por añadidura, se le sumó el dar más publicidad y acrecentar el interés por combatir el problema.

 

-En todo caso y como principio primordial tras el de “ausencia de daños”, en la redacción de los reglamentos que afectan a la protección de los valores ambientales siempre se ha asumido, de una u otra forma, el principio de “quien contamina paga”  bien sea a través de las evaluaciones y declaraciones ambientales en las que se asume existirá un daño concreto (con intento de reparación en forma de medidas compensatorias), bien sea a través de la reparación de daños que, constitucionalmente, debe acompañar a la sanción de hechos y actividades ilícitas.

En cuanto a la aplicación de la normativa y en concreto a su régimen sancionador, según nuestra experiencia parece que se atiende de manera, digamos que al menos, irregular. Como se ha señalado antes, la vertiente sancionadora de las leyes va más allá de imponer una multa por un ilícito penal o administrativo concreto. Además de la imposición de una mera sanción económica, el régimen sancionador busca evitar que los daños ocurridos vuelvan a producirse, asegurarse la reparación de esos daños y dado el caso, indemnizar por los perjuicios causados. Todo lo anterior está suficientemente bien definido en los reglamentos que las correspondientes asambleas legislativas (de ámbito autonómico o nacional) aprobaron en su momento. Sin embargo parece que los correspondientes gobiernos no quieren aplicar las normas que se aprueban en sus parlamentos.

 

En estos últimos años nuestra administración autonómica, de la mano principalmente de las empresas distribuidoras de electricidad, ha acentuado el trabajo que desarrolla en la protección de las aves contra la muerte por electrocuciones y colisiones y hemos podido ver cómo se han ido corrigiendo numerosos apoyos y tendidos donde morían aves (a veces también algunos mamíferos) con todo tipo de grado de protección.

Decimos de la mano de las distribuidoras y decimos bien. Recordemos que fueron ellas quienes elaboraron los listados autonómicos de líneas que incumplen lo dispuesto en el RD 1432/2008, cuya inclusión en dichos listados era obligatoria para poder recibir ayudas económicas para adaptar las líneas a dicha norma (en el primer listado sólo aparecían las de su titularidad).

También son ellos quienes suelen decidir cómo llevar a cabo las adaptaciones en cuanto a sobre cuáles apoyos actuar y sobre cuáles no. Tanto es así que llegan a actuar de motu proprio adaptando los apoyos que ellas estiman oportuno ante el hallazgo de ejemplares al realizar revisiones o acudir a incidentes en sus líneas. En este punto debemos agradecer los avisos de estos incidentes que las distribuidoras trasladan a nuestra administración más allá de que sea obligación.

Tampoco importa si tras la muerte de  uno o varios ejemplares de alguna ave de especie amenazada y existiendo un requerimiento –caducado o no- de adaptación de algún apoyo, vuelve a morir otra ave. La administración muestra una maternal paciencia y prolonga plazos para realizar las correcciones oportunas. Como norma, esta es la actuación más “contundente” que llega a realizar nuestra administración contra estos hechos “dentro de la vía sancionadora”.

Salvo casos contados con los dedos de las manos, la mencionada múltiple “vertiente sancionadora” no tiene aplicación para los casos de incidentes con las líneas eléctricas en Castilla-La Mancha.

 

Es decir:

NO existen sanciones económicas por muerte de aves electrocutadas.

NO existen requerimientos que concreten suficientemente las actuaciones requeridas ni cuyos plazos no puedan ningunearse.

NO se exigen indemnizaciones por el valor –regulado por Decreto- de los ejemplares de fauna fallecidos.

 NO se exigen ni tan siquiera, indemnizaciones por los costes que puedan suponer las actuaciones a que dan lugar estos incidentes (informes, traslados, servicios veterinarios de tratamientos y/o necropsias, costes de remisión de muestras a laboratorios, costes de cuidados por animales que no fallecen en los incidentes, costes de eliminación de cadáveres…).

 

-La muerte de ejemplares de fauna silvestre por electrocución y colisión supone, indudablemente, una pérdida en términos de biodiversidad. La aplicación de baremos económicos para tasar los perjuicios –incluidos los fallecimientos- que puedan sufrir los bienes de cualquiera naturaleza es la manera en que se reconoce el valor de dichos bienes o el minusvalor que puedan sufrir. De esta forma, la pérdida de un bien/valor se traduce en pérdida de capital económico.

Siguiendo esta línea y con datos publicados, hemos hecho unos simples cálculos con el año 2020 como referencia en UNA SOLA PROVINCIA de la región; un año que a causa de la pandemia del Sars-CoV-2 no fue de los más intensos en la búsqueda de incidentes en líneas eléctricas. Solamente el cálculo del valor indemnizatorio de las aves, siguiendo los valores indicados en el “Decreto 67/2008, de 13-05-2008, por el que se establece la valoración de las especies de fauna silvestre amenazada”, nos lleva a unas cifras que superan los 650.000 Eur. para los casos con causas claramente constatadas a la que sumar más de 200.000 Eur. si se añaden los casos en que se atendió a los animales que luego murieron, fueron irrecuperables o de aquellos de los que sólo llegaron sus restos.

 

Es decir, más de 850.000 Eur. en pérdidas indemnizatorias por la muerte de aves por electrocución en líneas eléctricas en una sola provincia de Castilla-La Mancha en un solo año.

Todo lo anterior sin añadir el  incremento anual del índice de precios al consumo (IPC) que marca la Ley de Presupuestos ni el posible aumento -de hasta el doble de lo indicado en la tabla de valoración- por aplicación de los criterios de valoración de daños establecidos en el anexo II del mencionado decreto.

Incidir en que la pérdida de capital señalada se refiere a una sola provincia de Castilla-La Mancha; es muy plausible que el valor de pérdida en biodiversidad a causa de las electrocuciones y colisiones con líneas eléctricas en nuestra región pueda elevarse a más de 2,5 millones de euros anuales.

Se ha de apuntar además que, con la actual situación meteorológica de altas temperaturas y escasas precipitaciones, las muertes por electrocución (como ya ha ocurrido en el pasado) pueden dar lugar a incendios que se inician al caer las aves con sus plumas en ignición sobre el combustible vegetal fino. En estos casos también habrían de tenerse en cuenta los gastos de extinción que conllevasen los trabajos de lucha contra estos incendios

 

Paradójicamente y mientras tanto, se van publicando ayudas para la adaptación de las líneas eléctricas al RD 1432/2008 que perciben los titulares de las líneas que, principalmente, son las propias distribuidoras que, si hay algo que no sufren, son déficits de beneficios. Por ejemplo para UFD (Unión Fenosa), principal distribuidora en alguna provincia de Castilla-La Mancha, el montante que reflejamos arriba supondría un 0,09% de los beneficios de aquel año 2020 y para el caso de i-DE (Iberdrola) el 0,02% de los propios; siempre contando sus beneficios netos. Las comparaciones son odiosas y a veces ofensivas.

Para el año siguiente 2021, el montante del valor indemnizatorio mínimo -en la misma provincia- ascendería a casi 1,2 millones de euros ya que el número de aves muertas por electrocución se vio incrementado.

No es necesario explicar que la muerte de ejemplares de especies silvestres, sea por la causa que sea, puede llegar a suponer una pérdida de biodiversidad irreparable, especialmente si la especie en cuestión posee pocos efectivos en sus territorios. Algo más que frecuente para los ejemplares de varias especies de aves que mueren por electrocución en nuestra región.

 

Toda esta  impunidad se convierte en agravio frente a los ciudadanos castellano-manchegos ya que son ellos quienes sufren estas pérdidas, quienes costean las actuaciones de la administración y quienes pagan las adecuaciones que se realizan en las líneas eléctricas, todo esto sin recibir nada de los responsables.

 

PREOCUPACIÓN POR LA GRAVE SITUACIÓN EN LA QUE SE ENCUENTRA EL CENTRO DE RECUPERACIÓN DE FAUNA SILVESTRE DE ALBALADEJITO (CUENCA).

Los Centros de Recuperación de Fauna Silvestre de Castilla-La Mancha son los “hospitales de fauna salvaje” de referencia para el tratamiento, cuidado y recuperación de nuestras especies de fauna protegidas. Son por tanto, equipamientos estratégicos para poder alcanzar unos niveles óptimos de conservación de las especies que presentan mayores problemas de conservación en el territorio de Castilla–La Mancha.

En APAM-CLM hemos tenido conocimiento de una situación muy preocupante que se está dando en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de referencia en Cuenca, situado en las instalaciones de Albaladejito.

Se trata del desmantelamiento de este centro, de manera que de los tres veterinarios que prestaban servicio hasta ahora, haciendo turnos para cubrir las guardias y así poder ofrecer el servicio de urgencias, sólo quedan dos. Si la situación anterior ya era límite por la falta de personal cualificado para cubrir la atención a todos los animales que se recepcionaban en el centro, ahora esta situación se ha tornado insostenible. Una de las veterinarias que prestaban servicio en este centro ha tenido que volver a ocupar su plaza en la OCA de Villares del Saz. Se da la circunstancia de que esta profesional es la única que posee el título acreditativo para poder manejar aparatos de rayos X, de modo que se han visto obligados a dejar de utilizar el aparato de radiodiagnóstico. Esta situación es muy grave ya que sin radiodiagnóstico no se pueden programar cirugías, tratamientos o ni siquiera pueden realizarse curas a los animales por sencillamente, desconocer los motivos de su ingreso.

En este escenario la conservación de las especies protegidas de nuestra fauna silvestre no está garantizada por una situación que consideramos muy grave y sin antecedentes. Estos hechos se traducen en que sólo se atienden animales de Lunes a Viernes de 7:30 a 14:30; fuera de este horario ha dejado de atenderse el teléfono de urgencias (tampoco sábados, domingos y festivos). Esto significa que no se realizan guardias y por tanto no sólo no se atienden animales que requieren atención urgente sino que tampoco se pueden atender los que se encuentran ingresados en el Centro.

Existe una gran preocupación en el Cuerpo de Agentes Medioambientales ya que los trabajos de conservación, protección y persecución de delitos contra la fauna que realizamos los Agentes tienen su continuación en estos centros de recuperación, ya que en ellos no sólo se tratan los animales que se trasladan con síntomas de enfermedades, desnutrición, impactos fortuitos, etc. sino que es en estos centros donde se llevan a cabo los análisis forenses pertinentes para poder determinar la causa de la muerte o de los daños de los animales que ingresan. Los informes forenses van a ser una prueba fundamental para llevar a cabo la investigación por presuntos delitos contra la fauna por lo que de seguir así, tememos que vayan a quedar impunes al no poderse llevar a cabo las necropsias ni los exámenes pertinentes por personal cualificado. Especies tan emblemáticas como el Águila perdicera, Milano real, Búho real, Águila imperial, etc. podrían verse comprometidas al quedar desmantelado el lugar donde se determinan causas de muerte tan atroces como electrocuciones, envenenamientos, disparos, etc.

Enfermedades de declaración obligatoria

Otra labor de enorme trascendencia que se desarrolla en estos centros es la recogida sistemática de muestras epidemiológicas para descartar enfermedades de declaración obligatoria que pueden afectar directamente al ser humano, como son el virus de la influenza aviar y virus del Nilo Occidental, ambos altamente patógenos y transmisibles a las personas. La situación en la que se encuentra actualmente el centro de recuperación fauna de Albaladejito, por tanto, no garantiza que se puedan detectar positivos por estas enfermedades con la rapidez necesaria para impedir que prospere una posible infección.

Colaboración ciudadana

El centro de recuperación fauna de Albaladejito también ha servido de barómetro para medir la cada vez mayor implicación de la ciudadanía de toda la provincia de Cuenca. El compromiso ciudadano se ha traducido en un aumento año tras año, de la liberación de aves, mamíferos, reptiles y otros animales a su medio natural después de ser tratados por el personal cualificado del centro. Esto siempre gracias a la alerta de los ciudadanos que, llamando al teléfono de emergencias o directamente a los Agentes Medioambientales, han puesto en manos del equipo veterinario a un animal recogido por ellos mismos y que gracias a esa concienciación en la mayoría de las ocasiones han podido ser liberados de nuevo, tras ser tratados, al medio natural.

 

Soluciones

El punto al que se ha llegado no es resultado de una situación coyuntural o puntual sino que es consecuencia de una dejadez por parte de la Administración que es por Ley la obligada a garantizar la conservación de las especies amenazadas. En este centro de recuperación no existen plazas creadas para los veterinarios que trabajan en él, sino que se encuentran desplazados de sus destinos. En el centro de trabajo como tal no existe una relación de puestos de trabajo (RPT), así que lo que se ha mantenido durante todos estos años ha sido una improvisación y un parche que no se puede sostener más en el tiempo por la única voluntad, arrojo y compromiso de los trabajadores sino por un compromiso real de la nueva Consejería de Desarrollo Sostenible de afrontar este problema y dotar a este centro del capital humano y de la dotación tecnológica necesarias para garantizar la conservación de las especies de fauna amenazadas de la provincia de Cuenca.

EL CUERPO DE AGENTES MEDIOAMBIENTALES CONTINÚA SU LABOR CONTRA LA LACRA DE LA ELECTROCUCIÓN DE AVIFAUNA

EL CUERPO DE AGENTES MEDIOAMBIENTALES CONTINÚA SU LABOR CONTRA LA LACRA DE LA ELECTROCUCIÓN DE AVIFAUNA

A PESAR DE LOS DUROS INTENTOS DE ALGUNOS PARA SU CANCELACIÓN FINALMENTE, TRAS EL EMPEÑO DE OTROS, EL PASADO 20 Y 21 DE NOVIEMBRE EFECTIVOS DEL CUERPO DE AGENTES MEDIOAMBIENTALES ASISTIERON EN TOLEDO A UN CURSO PARA AMPLIAR SU FORMACIÓN FRENTE AL GRAVE PROBLEMA DE LA ELECTROCUCIÓN DE AVES

Con fondos europeos FEARDER y organizado por la Sección provincial de Vida Silvestre de la Consejería de Agricultura el curso tuvo como ponentes al jurídico de la Delegación Provincial de Albacete, pionero a nivel nacional, que ha encabezado la aplicación normativa existente para persecución de los responsables de las electrocuciones, contó con el Fiscal de Teruel D. Jorge Moradell Ávila encargado por la Fiscalía General del Estado para solventar esta tragedia medioambiental,  personal técnico de la Consejería y un agente medioambiental experto en la materia.
El curso se trató en la operatividad y diligencias de los agentes medioambientales durante sus actuaciones frente a escenarios de una presunta electrocución, algunas veces simulada para ocultar un delito de tiroteo, el envenenamiento del ejemplar o causa de incendio forestal, como han constatado los agentes en sus investigaciones;  se insistió en la importancia y determinación del informe pericial, elaborado por los veterinarios de los Centros de Recuperación de la Consejería; también de analizó la normativa aplicable y las recientes sentencias del Tribunal Superior de Justicia de la Región.
En Castilla-La Mancha, al igual que en el resto del territorio estatal, existen en la actualidad decenas de miles de apoyos de líneas eléctricas que por su diseño son mortales para las aves que en ellos se posan. Es una verdadera lacra medioambiental en la que aun viéndose cambios queda mucho por hacer siendo necesaria una implicación real por parte de los principales responsables, las empresas de distribución en caso de las líneas pertenecientes a las mismas y los titulares de los tendidos pertenecientes a particulares. Esta situación es la primera causa de muerte de especies emblemáticas como las águilas imperial, perdicera, culebrera y calzada en sus territorios de cría.

La amenaza de los tendidos eléctricos es más sangrante si cabe teniendo en cuenta que Castilla-La Mancha es un territorio clave para el mantenimiento de las especies antes citadas por ser territorio no sólo de cría, sino de dispersión y alimentación para ejemplares juveniles que aseguran el mantenimiento de las poblaciones.
Se tiene constancia de que anualmente en todo el Estado mueren alrededor de 33.000 aves electrocutadas. En Castilla la Mancha son centenares de ellas las que cada año son trasladadas por los agentes medioambientales a los centros de recuperación de cada provincia, siendo una minoría las liberadas de nuevo a su medio ya que muchas mueren a las pocas horas, otras quedan irrecuperables y la mayoría entran ya muertas.


Como conclusiones del curso alcanzadas en base a las sentencias y normativa actual destaca la responsabilidad de las empresas eléctricas para prevenir, evitar y reparar los daños obligadas a adoptar y a ejecutar las medidas y a sufragar los gastos cuando resulten responsables de los mismos. Como detalle importante las resoluciones determinan que la financiación pública que ofrece el Estado a las grandes compañías eléctricas, como política de fomento, no es una condición ni exime de su responsabilidad a las empresas responsables de estos daños; con o sin financiación la obligación de prevenir el daño debe cumplirse, ya que, como han ratificado los altos tribunales, recibir esa financiación por parte del Estado no es un condicionante para cumplir con la obligación de prevenir el daño.


Se mantiene la inquietud en el Cuerpo de Agentes Medioambientales:
Desde la asociación profesional de Agentes Medioambientales hemos tenido conocimiento de las grandes dificultades a las que los organizadores de este curso se han tenido que enfrentar para que finalmente pudiera celebrarse. El curso estuvo a punto de cancelarse en el último momento por el desinterés mostrado por el Director General de Política Forestal y los intentos de boicot del Jefe de Servicio de Espacios Naturales. Lo más preocupante de la situación es que este último cargo, empeñado en la cancelación del curso, es el miembro designado por el Consejero Arroyo para formar parte del grupo nacional de la Red de Seguimiento de las Electrocuciones de fauna coordinado por el Fiscal de Teruel, quien recomendó a la Administración la incorporación un agente medioambiental a dicho grupo de trabajo, pero esta se negó y designó al Jefe de Sección de Espacios Naturales.
Lo anterior mantiene la preocupación de esta asociación profesional al conocer el escasísimo número de expedientes sancionadores tramitadoscon motivo de la electrocución de fauna protegida y por tanto el ínfimo número de resoluciones sancionadoras. Es por eso que la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo ha enviado un oficio a todas las Comunidades Autónomas requiriendo información sobre el número de incidencias con resultado de muerte de fauna por electrocución y colisión, el número de expedientes incoados en aplicación de la normativa de protección medioambiental y si se están realizando inspecciones de tendidos eléctricos, ya que sospecha de ilegalidades en acuerdos verbales entre responsables de la Administración y compañías eléctricas para la paralización de expedientes sancionadores, desmontando iniciativas de formación y apartando funcionarios de su materia.

El Gobierno de Castilla-La Mancha boicotea las soluciones a la electrocución de aves


EL GOBIERNO DE CASTILLA-LA MACHA BOICOTEA LA CREACIÓN DE UN GRUPO NACIONAL DE TRABAJO PARA BUSCAR SOLUCIONES A LA ELECTROCUCIÓN DE AVES

SE DESATIENDE EL REQUERIMIENTO DE LA FISCALIA COORDINADORA DE MEDIO AMBIENTE Y URBANISMO NEGÁNDOSE A COLABORAR.

Buitre leonado

El ninguneo y la humillación del actual gobierno de Castilla-La Mancha hacia su Cuerpo de Agentes Medioambientales no es ninguna novedad, por desgracia, tampoco lo es su desidia y desinterés por la conservación de la naturaleza, pero estos últimos meses ha superado todos los límites que podíamos esperar. 

Recientemente, a iniciativa de la Fiscalía Coordinadora de Medioambiente y Urbanismo, se decide crear un grupo de trabajo para abordar la grave problemática existente en torno a las electrocuciones de aves en los tendidos eléctricos, ya que miles de aves mueren al año en España por este motivo, recordemos que esta cuestión se ha convertido en la primera causa de mortalidad para nuestras especies de aves más emblemáticas y amenazadas como el Águila de Bonelli o el Águila Imperial Ibérica. El problema no es nuevo ni de fácil solución. Además, la cualidad de las aves de moverse grandes distancias y habitar por distintos territorios hace imprescindible una estrategia coordinada y similar en las distintas comunidades. 

Águila imperial

Precisamente para la búsqueda de soluciones, la Fiscalía, a través de un fiscal nombrado a tal efecto, se pone en contacto con cada una de las 17 comunidades autónomas solicitando su colaboración. Esta colaboración consiste en algo tan simple como que se nombre a un funcionario perteneciente al cuerpo de Agentes Forestales/Medioambientales de cada una de las comunidades para que forme parte de un grupo de trabajo en la materia y sirva de enlace con el fiscal. Después de varios meses de trabajo, la culminación para la creación de este grupo nacional de trabajo se da los pasados días 1 y 2 de junio en una reunión de todos los miembros de este equipo en la Ciudad de Zaragoza.
Pues bien, Castilla-La Mancha no ha nombrado a ninguno de sus agentes para participar en dicho grupo de trabajo, ningún agente ni funcionario de otra índole de esta región acudió a esa reunión y no fue por falta de voluntarios que, desinteresadamente, se ofrecieron para este cometido.

¿Las razones? Ninguna, simplemente se niegan a que sus Agentes Medioambientales, funcionarios pagados con dinero de todos hagan su trabajo. Supone un intento más de bloquear sus posibilidades de actuar como policía judicial, ya no se conforman solo con expedientar los compañeros que ponen ante la justicia delitos tan graves como incendios forestales, ordenación del territorio o furtivismo, si no que tienen el atrevimiento de negar el auxilio cuando son requeridos para ello de nada menos que de la Fiscalía Coordinadora de Medio Ambiente y Urbanismo dependiente del Ministerio de Justicia.

Milano negro negro yace bajo torreta eléctrica

De esta forma, la inexplicable actitud del gobierno de Castilla-La Mancha y más concretamente el Consejero de Agricultura Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, boicotea la posibilidad de poner medidas contra este problema, comprometiendo gravemente la conservación de nuestras especies amenazadas en todo el territorio nacional.

Esta actitud no hace justicia al trabajo que desde hace años vienen realizando sus funcionarios. No le importa que Castilla-La Mancha haya sido pionera en la lucha contra este problema existiendo numerosos expedientes sancionadores y habiéndose logrado el aislamiento y modificación de gran cantidad tendidos eléctricos tras el arduo e incesante trabajo del Cuerpo de Agentes Medioambientales, cuestión que, además, comporta una enorme experiencia acumulada de gran valor de cara al intercambio de información con el resto de comunidades.

Así, el gobierno de Garcia-Page se pliega los intereses de las compañías eléctricas y pierde toda su credibilidad cuando pretende hacer creer a la ciudadanía que se debe a un compromiso con el medio ambiente, cuya asignatura sigue aún suspensa en este gobierno.

Desde APAM-CLM exigimos al Gobierno del señor Page que vuelva a la senda de la coherencia, que cumpla lo prometido a esta asociación cuando era alcalde de Toledo y que haga memoria y recuerde lo que prometió delante de cientos de compañeros en el congreso de Agentes Forestales y Medioambientales de 2013, que ordene de inmediato a su Consejero de Agricultura que termine con la humillación a nuestro colectivo y a los bienes que este protege.  O mejor, que lo cese directamente y permita que el Cuerpo de Agentes Medioambientales pertenezca a otra Consejería donde se le aprecie, valore, aproveche su potencial, asuma con responsabilidad nuestra función de servicio público y se comprometa con la protección del medio ambiente . No deberíamos estar donde no se nos valore, donde no se optimice hasta el último céntimo del dinero invertido por la ciudadanía en el servicio público que damos, donde se obstaculice sistemáticamente nuestro trabajo carentes de medios y recursos y donde la humillación gratuita al trabajo que realizamos sea la tónica general.






Iberdrola, sancionada con 1.400.000 euros por infracciones muy graves en conservación de la naturaleza.

Las sanciones se deben a las numerosas intervenciones realizadas por los Agentes Medioambientales en la provincia de Albacete
La Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM-CLM) ha informado de que la empresa Iberdrola ha sido sancionada con un total de 1.400.000 euros por varias infracciones “muy graves” en materia de conservación de la naturaleza y contra la fauna silvestre protegida.
Las últimas seis resoluciones dictadas sobre esta materia en el año 2016 se han llevado a cabo aplicando la Ley 9/1999 de Conservación de la Naturaleza de Castilla-La Mancha. El importe se desglosa en la sanción correspondiente más la indemnización en concepto de pérdida del valor medioambiental, ya que el valor de cada ejemplar de las especies amenazadas que pueblan Castilla-La Mancha se encuentra establecido por normativa, y ésta ha sido una de las cuestiones principales a la hora de valorar el importe de la sanción para dar cumplimiento de la obligación del responsable a compensar los daños provocados por la acción infractora.
Según APAM-CLM, las sanciones contra la eléctrica se deben a las numerosas intervenciones realizadas por los Agentes Medioambientales en la provincia de Albacete.
ALTERACIÓN DEL HÁBITAT
Y es que, añade APAM-CLM, una de las principales causas de muerte para las especies protegidas más amenazadas de nuestro entorno es la alteración de su hábitat. Entre estas alteraciones se encuentran los tendidos eléctricos que peinan el campo de forma lineal y por centenares de kilómetros. Principalmente, estas infraestructuras generan el problema de la electrocución de aves y, secundariamente, las muertes por colisión.
En la Península Ibérica, los tendidos eléctricos producen una mortalidad anual estimada en un millón de ejemplares, según datos de la SEO/Birdlife (Sociedad española de ornitología), aunque hay que tener en cuenta que las muertes de las que se tiene constancia no son el total de las que realmente ocurren. El problema es comparable al del envenenamiento de fauna o al de la desaparición del lince ibérico, los datos nos hablan de una auténtica tragedia.
Estas resoluciones sancionadoras han sido dictadas por los servicios jurídicos de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente en base a denuncias elevadas por los Agentes Medioambientales de la región.
El trabajo de los Agentes se centra en inspecciones periódicas a apoyos de tendidos eléctricos en búsqueda de diseños peligrosos para la avifauna y, en su caso, hallazgos y levantamientos de cadáveres aplicando el protocolo establecido en uso de su condición de funcionarios públicos con carácter de agentes de la autoridad.


CLM, TERRITORIO DE DISPERSIÓN DE GRANDES RAPACES
La magnitud del problema radica en que Castilla-La Mancha es territorio de dispersión de grandes rapaces como el Águila Imperial Ibérica (Aquila adalberti) o el Águila Azor Perdicera (Aquila fasciata) a través del movimiento de aves que provienen de otras regiones. «Su muerte en nuestros campos supone un freno en toda su población a nivel de la Península», asegura APAM.
La importancia de estas últimas resoluciones sancionadoras radica en que de ellas se deriva una responsabilidad directa de las compañías eléctricas las cuales, según los fundamentos de derecho expresados en estas resoluciones, se encuentran obligadas a actuar en la neutralización de estos puntos peligrosos. Concretamente, el órgano instructor determina que «la muerte de los ejemplares declarados en peligro de extinción fue consecuencia de no haber modificado la línea eléctrica cuando la compañía eléctrica titular de la misma tenía la posibilidad de hacerlo y ningún impedimento legal concurría para haberlo hecho y así evitar la muerte de los ejemplares en peligro de extinción».
Otro hito histórico que suponen estas resoluciones es que el órgano sancionador las fundamenta en «la necesidad de compatibilizar el suministro eléctrico con la necesaria protección medioambiental que ha de garantizarse».

Por último, APAM-CLM (Asociación profesional de Agentes Medioambientales de Castilla La Mancha) consciente de la importante participación de la ciudadanía hace un llamamiento a la población para que en caso de hallar un ejemplar de fauna presuntamente electrocutado se proceda a solicitar la intervención de los Agentes Medioambientales a través de una llamada al 112 absteniéndose de tocar o alterar el hallazgo.

Mueren electrocutadas en Toledo un águila imperial y un águila perdicera

Dos nuevos ejemplares de aves rapaces protegidas, uno de águila imperial y otro de águila-azor perdicera, ambas especies incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas en la categoría «En peligro de extinción», han muerto en los últimos días al resultar electrocutas en tendidos eléctricos.Según han dado a conocer hoy a Efe fuentes de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM-CLM) los dos ejemplares fueron encontrados muertos por efectivos de este cuerpo en la provincia de Toledo.
Hace unos días era encontrada muerta en un tendido eléctrico en el municipio de San Martín de Pusa el ejemplar de águila imperial, donde recibió una descarga eléctrica que acabó con su vida.
Ayer, en el municipio de Polán era encontrado otro ejemplar de águila-azor perdicera, en un poste del tendido de una línea donde hace sólo un mes se electrocutó otro ejemplar de esta misma especie.
Agentes medioambientales se encargaron de recoger su cadáver que permanecía bajo la base del poste eléctrico.

Las principales organizaciones conservacionistas del país como los propios agentes medioambientales vienen reclamando desde hace año que se tomen medidas para evitar este tipo de muertes, para lo que vienen pidiendo la implicación de las propias compañías eléctricas con el fin de que corrijan estas instalaciones que se han convertido en trampas mortales para especies tan sensibles como son las aves rapaces.
El águila imperial ibérica es una especie endémica de la península ibérica que en Castilla-La Mancha tiene sus principales áreas de reproducción en los Montes de Toledo, Sierra Madrona-Sierra Morena Oriental, sierras de Almadén-Guadiana, la depresión del río Tajo, los valles de los ríos Tiétar y Alberche y en algunos puntos de la provincia de Albacete.
Sus áreas de dispersión más importantes se encuentran en los valles de los ríos Tajo y Tiétar, en la provincia de Toledo, y en el Campo de Montiel, entre las provincias de Ciudad Real y Albacete, donde se pueden observar ejemplares dispersantes procedentes de toda su área de distribución.
La población mundial de la especie es muy limitada y supera ligeramente las 400 parejas en la península ibérica.
En el caso del águila-azor perdicera está presente en las cinco provincias, especialmente en sus sistemas montañosos, como son el Sistema Ibérico, la Sierra de Alcaraz, los Montes de Toledo y del Guadiana, Sierra Morena, el Alto Tajo y los pie de montes del Sistema Central y valle medio del Tajo.
En la zona del Campo de Montiel, en la zona central de la provincia de Albacete y al sur del valle del Tajo en Toledo, se encuentran las principales zonas de dispersión de esta especie en la región.
El pequeño tamaño poblacional que mantiene esta especie en Europa, con unas 920 a 1.100 parejas reproductoras, de las menos de un centenar se encuentran en Castilla-La Mancha, le hace estar considerada en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas en la categoría «En peligro de extinción».

Enlace noticia:  http://agencias.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=2139961