El nuevo presidente de la Asociación Española de Agentes Forestales y Medio Ambientales (AEAFMA) habla de la situación del colectivo, logros y retos a través de una entrevista en la radio manchega.
Rubén Cabrero ya era conocido para muchos de los medios de Castilla-La Mancha, lugar donde desempeñaba su profesión como Agente Medioambiental y encarnaba el puesto de Presidente de la Asociación de Agentes de la región, APAM-CLM. En esta ocasión es entrevistado por primera vez como presidente de la Asociación Nacional, AEAFMA.
En una entrevista amable, tras destacar la importantísima labor de educación ambiental que llevan a cabo los Agentes, surge el gran problema contra el que tienen que luchar todos los miembros de este colectivo: la falta de unanimidad. Como bien apunta Cabrero “Son 17 comunidades que se traducen en 17 realidades diferentes”. Pero teniendo bien presente esta dificultad y siendo uno de los puntos fuertes de su programa, no van a cesar en el empeño por conseguir una única denominación.
Estas diferencias resultan notables a la hora de comparar comunidades. Por ejemplo, Andalucía cuenta con unos 900 Agentes para todo el territorio mientras que Castilla-La Mancha, con una extensión de 8 millones de hectáreas, sólo suma 470 Agentes que tienen la misión de vigilar cada rincón de una extensión inmensa.
Sobre la investigación, una de las tareas que desempeñan, el presidente nos alerta: “Se han doblado los casos de delitos medioambientales y nos han desmantelado las brigadas de investigación”. Existe el compromiso de recuperarlas por parte del Gobierno, pero la realidad es desalentadora para muchos de los Agentes. Ante un incendio, suelen ser los primeros en llegar. “Y los últimos en irse”. Resulta incoherente que precisamente ellos deban esperar una autorización antes de comenzar a investigar las causas o el origen de un incendio. “Si roban un banco y la policía está justo en la puerta, imagínate que tuvieran que pedir permiso para actuar”.
Como no podía ser de otra forma, hablar de retos y dificultades en la profesión es hablar también de la reforma de la Ley de Montes que entró en vigor recientemente, a pesar del esfuerzo por evitarlo de parte de los Agentes y de numerosos colectivos, entre ellos Policía, Guardia Civil, Jueces por la democracia y la Unión de Fiscales, además de ciudadanos y grupos ecologistas.
“La Ley de Montes ha sido el mayor ataque a nivel nacional que ha sufrido nuestro colectivo” apuntaba Cabrero.
La ley, que en vez de resultar un ataque debía servir para mejorar la situación del colectivo, no es la única dificultad a la que se enfrentan. La falta de medios que sufren en varias regiones se materializa, por ejemplo, en la ausencia de señales luminosas (rotativos) en los vehículos con los que trabajan, aquellos con los que participan en acciones de emergencia. No olvidemos que este mismo año, un Agente sufrió un accidente al quedar arrollado su vehículo envuelto en la pésima visibilidad de un incendio. Ha habido modificaciones en la Ley de Tráfico sobre los distintivos luminosos que deben llevar los vehículos que participen en emergencias, pero siguen esperando que les devuelvan sus rotativos azules.
Hablar de emergencias es también hablar del dispositivo 112 que trabaja en todo el territorio nacional. En algunas comunidades se habla de integración pero Cabrero comenta que ya ha habido una reunión y que las propuestas han sido bien recibidas.
Por otra parte, los Agentes son imprescindibles para perseguir los casos de delitos medioambientales. Recientemente se ha conocido la noticia en la que un ganadero era condenado por el uso de cebos envenenados que supusieron la muerte de seis águilas imperiales y un zorro. “La colaboración de los Agentes con la Fiscalía de Medio Ambiente está teniendo muy buenos resultados”, apuntaba el presidente de AEAFMA.
Otra cuestión a tratar es la Ley de Caza de Castilla-La Mancha, ya que comienza la temporada. Así se pronunciaba Rubén sobre esta cuestión: “Somos partidarios de modificarla. Una Ley de Caza debe tener en cuenta a los cazadores, por supuesto, pero también a los que hacen uso del monte, senderistas, ciclistas, …y a nosotros también. Somos el enlace entre la administración y los ciudadanos, y pensamos que deben contar con nosotros para la redacción de esta Ley”.
El conductor del programa de Castilla la Mancha pregunta si a los Agentes les está gustando cómo se está llevando a cabo el programa IberLince, a lo que Rubén responde de manera tajante: “Se está llevando a cabo de una manera ejemplar. Yo trabajo en zona donde hay linces, en los Montes de Toledo y el trabajo que se está haciendo…los compañeros están echando más horas de las que corresponde”, palabras que ponen de relieve la importantísima labor que están realizando los Agentes por la conservación de esta especie en peligro de extinción.
Hablar del lince es hablar de protección y de futuro. En enero se realizarán nuevas sueltas ante lo cual, Cabrero afirma que “tener especies en peligro de extinción le da valor a nuestra región. Puede generar turismo, inversiones…todo es positivo”.
Importante cierre de la entrevista en la que se recuerda que para contactar con los Agentes, hay que llamar al 112. Si no son emergencias o se requiere información o realizar alguna denuncia, es preciso localizar las oficinas que se extienden por la región.
Como nota de humor, el periodista le señala a Rubén Cabrero que es el segundo presidente de AEAFMA que proviene de la presidencia de la asociación manchega, como el anterior en ocupar el cargo, Luis Díaz Villaverde. Cabrero, con tono amable, responde que “confían en nosotros”.
Una entrevista cercana que deja encima de la mesa algunos de los retos a los que deberá atender en su nuevo cargo el recién elegido presidente de AEAFMA y que pone de relieve las necesidades de un colectivo que desempeña una labor única.
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