Sobre la nueva Ley de Montes

Artículo de opinión de la Asociación de Agentes Forestales de Madrid (APAF-Madrid), sobre la nueva Ley de Montes.
La semana pasada se produjo un hecho de extrema gravedad para el futuro de nuestra profesión, es decir, para nuestro futuro. A través de las redes sociales y determinadas aplicaciones informáticas estamos leyendo constantes frases de apoyo a los Agentes Forestales y contrarias a quienes legislan en nuestra contra. Sin embargo, no tenemos capacidad para descifrar si tantos mensajes significan que el colectivo está al tanto de asunto tan serio o por el contrario, y en general, en las Comarcas no se tiene información del hecho ni existe debate alguno al respecto.

Información de supervivencia para los Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid

#STOPLeyMontesPP  

Desde APAF-Madrid, ante la duda, queremos transmitiros la siguiente información, y posteriormente, nuestra opinión al respecto:
  • El Gobierno de la nación pretende modificar la Ley de Montes estatal. El Consejo de Ministros ya ha aprobado un texto que ha remitido al Congreso de los Diputados. Ahora únicamente queda el trámite parlamentario para que sea aprobado, modificado o rechazado. Recordamos que el gobierno está formado por el partido popular, que tiene mayoría absoluta.
  • Recordamos a los compañeros que nuestros atributos jurídicos que permiten el desempeño de nuestra profesión están sustentados por una Ley Autonómica, la Ley 1/2002 de creación del Cuerpo de Agentes Forestales, por una Ley de Enjuiciamiento Criminal del año 1882, sí, del siglo XIX, y por lo referido en la Ley de Montes sobre esa Ley de Enjuiciamiento Criminal que ahora se pretende modificar.
  • En la Exposición de motivos de la nueva Ley modificada se establece textualmente: “En ejecución de una medida CORA (Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas) se modifica el régimen de los Agentes Forestales y las potestades administrativas de extensión, policía y guardería forestal.
  • Los cambios producidos son los siguientes:
    • Elimina la palabra funcionario de la definición de Agente Forestal.
    • Nos define como auxiliares de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
    • Al proceder a practicar cualquier investigación, examen o prueba, se le añade la coletilla “en funciones de policía administrativa” para diferenciarla de policía judicial.
    • Nos permite únicamente primeras diligencias de prevención. Textualmente dice: “Se limitarán a efectuar…”, cercenando con claridad nuestras funciones actuales. Y remite además a la normativa reguladora de policía judicial para definir esas actuaciones.
    • Se modifica el actual “actuarán de forma coordinada con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad” por el “actuarán con carácter auxiliar con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”.
Estamos pues ante una situación sobre la que ya se había avisado desde esta misma Asociación en numerosas ocasiones, ya fuera a través de los cauces propios de APAF-Madrid o por escritos de compañeros. En cualquier caso, y más allá de las conciencias individuales, debe existir una concienciación colectiva que debe entender, salga o no esta modificación, que estamos en una situación profesional de evidente riesgo y que hay que actuar ante él.
Pormenorizando los cambios, y ya en clave de opinión, debemos explicar los siguientes puntos, entendiendo este parecer como más que posible hecho:
  1. Se ha legislado en nuestra contra y no es la primera vez. Un colectivo como el nuestro, susceptible de desarrollarse y conformarse con él una estructura de seguridad medioambiental estatal lógica, observa como se le relega y no utiliza.
  2. Tras la salida el verano pasado de la nueva Ley de Seguridad Privada, los Guardas que prestan este tipo de servicio tienen abierta ya la puerta a ser Agentes de la Autoridad y se les permite su actuación en delitos como auxiliares de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
  3. El texto inicial de la modificación de la Ley de Montes que emana del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente no recogía ningún cambio sustancial respecto a nosotros. Es posteriormente, y en la rueda de Ministerios donde aparecen los cambios que rebajan nuestra profesión.
  4. No hay que ser muy listos para saber de donde viene la agresión. Basta con observar el pasado reciente.
    1. La identificación, por parte del gerente del 112 de la Comunidad de Madrid, de la Guardia Civil como organismo que ha impedido la presencia de los Agentes Forestales durante años en el organigrama de emergencias. Lo dijo en la Asamblea de Madrid. Hoy, seguimos sin participar en los cauces operativos de delitos e infracciones medioambientales.
    2. La continúa disputa por la utilización de luminosos de prioridad policiales en los vehículos, con escritos extravagantes en lo jurídico por parte de responsables del Cuerpo de la Guardia Civil, en Castilla-La Mancha, que rezumaban corporativismo frente a eficacia.
    3. La penosa y presunta actitud del referido Cuerpo ante los últimos y sucesivos intentos de modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. La práctica más recogida en las reuniones con diversos partidos políticos, aquellos que han tenido la responsabilidad de gobernar, ha sido siempre la misma y ha propuesto a la Guardia Civil como aquella organización que ha entendido que nuestra función es auxiliarles, nunca permitir nuestro desarrollo.
  5. Es curioso observar también un añadido en el artículo 58.1.a). Dónde se establecían los deberes, en general, de las Administraciones públicas en el desempeño de funciones de extensión, policía y guardería forestal, se ha añadido una frase final que adorna a los incendios forestales y al cumplimiento de la normativa, que dice: “emitiendo los informes técnicos pertinentes”. Esta frase tampoco estaba en el documento inicial que sale del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente y por eso resulta más curiosa aún. Tal vez algún conocido busque terreno donde expresarse y le resulte más fácil encontrar la posibilidad de lograrlo en Ministerios lejanos a sus competencias. Quién sabe.
En fin. Lo cierto es que nuestra profesión sufre una nueva agresión que la rebaja considerablemente. Lo cierto es que se nos pide que encontremos el delito y lo entreguemos inmediatamente a otros. Lo cierto es que se nos iguala por abajo a la seguridad privada y ejemplos hay ya de cohabitación y gestión de lo público con lo privado en la Comunidad de Madrid y en otras.
Lo cierto es que se sigue utilizando a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad como medida básica de todo. De policía en general, de policía judicial en particular. Lo bueno a partir de ellas. Por debajo, el futuro solo depara lo privado.
Lo cierto es que únicamente tenemos ya como referencia jurídica la Ley de creación del Cuerpo pero también es verdad que los términos agente de la autoridad y policía administrativa van bajando el tono según conveniencia del legislador.
Lo cierto es que el legislador de este país no parece tenernos en cuenta y administra los medios humanos según criterios que no entendemos porque nosotros, los Agentes Forestales, únicamente vemos lo lógico y de sentido común, no lo interesado.
Lo cierto es que se desentienden e inutilizan a seis mil Agentes especializados en medio ambiente transformándolos en auxiliares cuando no lo eran. Lo cierto es que a la vez suben las prerrogativas de los Guardas de seguridad privados y al bajar a unos y subir a otros, los igualan.
Lo cierto es que ya no hay oposiciones a Agente forestal o medioambiental y sin embargo las empresas de seguridad siguen creciendo.
Lo cierto es que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad no ven amenaza en estos movimientos, más bien todo lo contrario. Sus mandos y gestores participan ávidamente de ellos.
Lo cierto, finalmente, es que nosotros vemos la situación y parecemos el ganado mirando al tren pasar. Perdonadnos, pero es lo cierto.