Conmocionados y consternados

Conmocionados y consternados.
Por aquello de antes de escribir esperar y contar hasta diez hemos tenido que dejar correr el reloj cuarenta y cinco horas.
Aún acostumbrados a la imprecisión periodística que muchas veces confunde o altera nuestra presencia o actuación en una noticia, esos momentos en los que por los grupos de WhatsApp comenzaba a llegar la información y no sabíamos a ciencia cierta si se trataba del asesinato de dos compañeros fueron una agonía.


Según avanzaba la mañana y se ampliaba la información se nos iba encogiendo un poco mas el corazón al darnos cuenta que ese día, que habíamos supuesto y anunciado en numerosas ocasiones, reuniones y despachos, había llegado. Nos habían asesinado.

Asumir como posible al comienzo de cada servicio que durante el mismo pueda acaecer un accidente o un altercado durante una intervención, aunque sea en el transcurso un censo de orquídeas como fue el reciente intento de apuñalamiento a un compañero extremeño, no te prepara para enfrentarte a tal noticia; cuando menos tener que enfrentarte a la situación por la que están pasando las familias, amigos y compañeros más cercanos.

Que una intervención diaria y rutinaria de policía en materia de caza, como podía ser cualquier otro tipo de inspección y control de documentación y permisos dentro de todas aquellas normativas medioambientales que lo requieren y que nos competen se complique, es una posibilidad que a muchos les cuesta ver y asumir; pero esto se complica aún más cuando ocurre en el círculo de los cargos y mandos con responsabilidad directa.

Con un inmenso orgullo y ante dos grandes profesionales y un gran colectivo, esta tarde a las cuatro nos despedimos definitivamente de Xavier y David. Acompañaremos a sus familias y amigos en estos desastrosos momentos esperando y deseando que lo ocurrido nos haga reflexionar a todos y se busquen y pongan en marcha los mecanismos necesarios para minimizar en todo lo posible los riesgos laborales a los que todos los agentes rurales, dando igual su denominación autonómica, nos enfrentamos a diario.

Hasta siempre David. Hasta siempre Xavier.