El lince ibérico «Jabillo» fallece atropellado en una carretera de Toledo
El lince ibérico ‘Jabillo’ ha pasado a engrosar las filas de los ejemplares fallecidos en Castilla-La Mancha a lo largo del año, cuando el pasado viernes fue hallado su cadáver en el arcén de la carretera CM-410, en el término de Pulgar (Toledo).
Según informa la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales (APAM), con la muerte de Jabillo son ya siete los ejemplares de lince ibérico que han perdido la vida desde que se puso en marcha, el pasado año, el programa de reintroducción de la especie en Castilla-La Mancha, en concreto en las provincias de Ciudad Real y Toledo.
Por el momento, se desconocen las causas del atropello aunque el cadáver de Jabillo, siguiendo el protocolo establecido en el Plan de Emergencias para el Lince Ibérico en Castilla-La Mancha, ha sido trasladado al centro veterinario de referencia, donde se le realizará la necropsia. Asimismo, los Agentes Medioambientales ejerciendo sus funciones de Policía Judicial procedieron a la toma de pruebas y muestras en el lugar del atropello y a la retirada del cadáver, para su investigación.
La actuación se inició tras el aviso dado al Servicio de Emergencia 112 por un particular que circulaba por la CM-410.
Los Agentes Medioambientales personados en el lugar de los hechos constataron que efectivamente se trataba de un ejemplar de lince ibérico, de nombre ‘Jabillo’, perteneciente al grupo de linces liberados en los Montes de Toledo, en el marco del Proyecto Iberlince.
Jabillo, como el resto de ejemplares liberados, era un ejemplar radiomarcado, que estaba siendo objeto de estudio y seguimiento por parte de los técnicos del Proyecto Iberlince y de miembros del Cuerpo de Agentes Medioambientales, de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural.
Hemos de recordar que Jabillo era un macho de algo más de tres años de edad, nacido en el centro de cría del Acebuche, en Doñana y cuya liberación se produjo el pasado mes de abril.
Junto con los demás linces liberados en Montes de Toledo, constituía la avanzadilla de ejemplar con los que se pretende recuperar para la especie este territorio histórico.
Y desgraciadamente hoy ha pasado a engrosar la larga lista de ejemplares de lince ibérico que han perdido la vida en las numerosas carreteras que discurren por toda su área de distribución. Solo en 2015 el número de atropellos, con resultado de muerte, alcanzan los 12 ejemplares, tres de ellos en Castilla-La Mancha.
Pero la cifra del pasado año aún fue más trágica, ya que de los 28 linces que perdieron la vida, 21 lo fueron por atropello.
No cabe duda de que esta causa de muerte constituye hoy por hoy uno de los mayores problemas de conservación y de recuperación de la especie, por lo que desde la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha (APAM-CLM), «pedimos, una vez más, que se redoblen los esfuerzos para acometer medidas correctoras, de protección y de señalización, que ayuden a reducir esa lamentable cifra de atropellos».
Asimismo «pedimos a los ciudadanos que extremen la precaución al circular por estas áreas de presencia del lince ibérico y asuman con la debida paciencia las incomodidades que determinadas medidas puedan suponerle. Respetar los límites de velocidad y mantenerse atentos a la carretera no cabe duda que mejora nuestra seguridad y podría evitar atropellos como el ocurrido a Jabillo».
Desde APAM-CLM «queremos pedir igualmente al mundo de la caza, que tantos practicantes tiene en nuestra comunidad autónoma, que también extremen el cuidado y la precaución en esta nueva temporada de caza que está a punto de comenzar».
Y es que, desde el Cuerpo de Agentes Medioambientales «mantenemos informados en todo momento a cazadores y gestores cinegéticos de la presencia del lince ibérico en sus terrenos y cotos de caza, por ello esperamos seguir contando con su colaboración y que, como han venido demostrando hasta la fecha, adopten las medidas y precauciones necesarias para evitar accidentes que puedan tener como resultado la muerte de un lince ibérico».
«La recuperación y la conservación del lince ibérico es una cosa de todos y todos debemos hacer nuestra aportación», concluyen desde APAM.
