Campaña de protección de los aguiluchos

Llega el verano y, con él, otra campaña más de la siega del cereal. En estas fechas los efectivos del Cuerpo de Agentes Medioambientales ven recompensadas sus horas de seguimientos, vigilancias y custodia, en las que se establecen contactos con los agricultores que cuentan con la suerte de albergar en sus parcelas nidos de aguilucho cenizo. Este es el aguilucho con mayor problemática para la cría, catalogado  en Castilla-La Mancha como vulnerable y que en su migración aprovecha el interior de las siembras de cereal para juntar unas pocas ramillas y criar.

         
En la supervivencia de estas puestas y pollos influyen principalmente factores fuera de nuestro control que hacen peligrar su éxito, como pueden ser la depredación de los individuos por otras especies silvestres o una meteorología desfavorable para el crecimiento del cereal, lo que atrasa las fechas de las puestas y las  aproxima a las de la siega, cuando los ejemplares no están desarrollados y preparados para abandonar el nido o ponerse a salvo. También sufre la amenaza  de delincuentes ambientales por ser objetivo para su expolio. 
Por todo esto, no han de escasear los esfuerzos realizados entre la administración y la ciudadanía para garantizar el éxito reproductor de  la especie, que ve su convivencia con el ser humano desde una posición mas desfavorable que hace unas décadas, en las que se realizaba la cosecha de forma manual teniendo mas posibilidades de completar con éxito su reproducción.
Controlados los nidos y localizados los propietarios o arrendatarios de las parcelas solo cabe esperar a que ese delicado momento en el que se decide la intervención sobre ese nido, se evite o retrase lo máximo posible. Prima el que estén a cargo de los progenitores el máximo tiempo posible, pero sin menospreciar sus factores de riesgo, que una vez evaluados indican la necesidad de poner a salvo a los pollos.

En una de esas intervenciones, técnicos y agentes acuerdan con el agricultor el día de siega en las parcelas objetivo. Acompañando en la cabina al conductor de la cosechadora o mediante indicaciones sobre el terreno y fotografía aérea se procede a acceder al nido donde se toman una serie de datos y muestras. Como agentes de la autoridad y mediante el levantamiento de un acta de cadena de custodia se da traslado legal de los ejemplares al Centro de Recuperación, donde el personal y veterinarios especializados serán los encargados de continuar con la cría de los ejemplares, para que cuando estén desarrollados puedan ser liberados en las mismas  zonas donde se ubicaron sus nidos.
 Poco a poco muchos agricultores son conocedores de la especie y asumen positivamente esta convivencia al no verlos como una amenaza para sus cultivos ni para la caza, si no todo lo contrario, al alimentarse principalmente de pequeños mamíferos, son controladores naturales de poblaciones de ratones y topillos.

         
No siendo el cenizo el único aguilucho que cría en nuestros campos también se aprovechan estos seguimientos para el control e intervención sobre el  aguilucho pálido y el aguilucho lagunero. Este último, también catalogado como vulnerable, aunque con una problemática menor para su reproducción, ya que suele elegir otro tipo de vegetación para instalar sus nidos. 

Los Agentes Medioambientales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha agradece la colaboración de todos los implicados en la conservación de esta especie, para legar a las nuevas generaciones el placer de observar estas magníficas especies y recuerda que se comuniquen los hallazgo de nidos de estas especies para su conservación.